sábado, 11 de abril de 2015

Los niños ¿son lo peor?

Recientemente se ha generado cierto revuelo por una cuenta en Instragram con el nombre “Kids are the worst” (Los niños son lo peor, para los que estudiasteis en Opening). Evidentemente se trata de una cuenta con cierta ironía en la que, a pesar del nombre, se parte del amor que profesamos a los peques para poner de manifiesto el por culo que dan. La cuenta tiene ya más de 80.000 seguidores. Enlace a la noticia

Quizá sea algo exagerado decir que los niños son lo peor. Hay cosas más destructivas para el ser humano como el holocausto nazi, la peste bubónica, Telecinco o las versiones de Pitingo.

Entramos en el peligroso campo de lo políticamente correcto. No queda ‘bonico’ decir que los niños son un coñazo, que te quitan la vida, que te eliminan la capacidad de socializar, que limitan tu ocio a comer pipas en los parques infantiles… Lo procedente es decir públicamente que son lo mejor que te ha pasado en la vida, y supongo que en algunos casos será verdad, pero vamos que yo he tenido ataques de apendicitis menos molestos que lidiar una tarde con dos delincuentes en potencia.

Eso por no hablar de cómo te modifican tus valores, algo de lo que no te das cuenta hasta que empiezas a cantar “Suéltalo” en la ducha o a tener sueños eróticos con las actrices del Cantajuego.

El caso es que hombre, no son lo peor, pero muchos de vosotros tendréis que reconocerme que al meteros en la cama por las noches (los que logréis llegar a la cama y no caigáis rendidos en el sofá) y hacer balance de la jornada, la cosa rara vez compensa. Y si tenéis alguna duda, sentaos con un padre de familia en un bar, ponerle dos cervezas delante, y cuando se las haya tomado preguntadle cómo es la experiencia de la paternidad. A ver si alguno os dice que los niños son lo mejor que le ha pasado en la vida.   

Que molan, sí, que son entrañables, que es una gozada verles crecer, verles empezar a hablar, verles andar, verles reír con esa sinceridad, ver cómo no paran de gritar en todo el día, cómo se estrellan contra todo saliente de la casa, cómo escupen la comida por las paredes…. Me voy del tema. Molan, sí, y evidentemente no son lo peor, sólo faltaría. Pero ¿lo mejor? Ahí lo dejo, acepto vuestras valoraciones y opiniones, a ser posible políticamente incorrectas.