Sí sí, como os lo cuento. Resulta que los hombres también
padecemos síntomas relacionados con el embarazo. Cuando creíais que vuestro
único (e impagable) padecimiento era aguantarlas a ellas, resulta que a todo lo
que eso conlleva (que no es poco, y lo digo, féminas, desde el más absoluto
respeto al calvario hormonal que tenéis que sufrir) hay que añadir el llamado “Síndromede la Covada”. ¿A que suena a coña? Pues es real amigos míos.
Os dejo aquí un enlace a un artículo
de ‘Bebés y Más’ donde lo explican mejor que yo. Por resumir, resulta que la
empatía con nuestra pareja nos lleva a sufrir en nuestras carnes seis síntomas
durante este “maravilloso” proceso previo al alumbramiento: ansiedad, náuseas,
aumento de peso, cambios de humor, modificación del apetito sexual y dolores
varios. Ahí es ná. Y atentos, que también existe la depresión postparto en
hombres.
Con todo esto, a mí personalmente se me plantean varias
cuestiones. ¿Somos los hombres tan sumamente calzonazos que hasta somos capaces
de convertir en nuestros estos padecimientos? ¿Quién se ha preocupado o se
preocupa hasta la fecha de lo mal que lo pasamos nosotros durante el embarazo
(y después del parto)? ¿Para cuándo una asociación de padres afectados por los
embarazos en diferido?
Vale que la mayor parte de la carga la soportan ellas, que
son las que sufren en primera persona los devastadores efectos de esto del
embarazo (podéis encontrar referencias a ello en cualquier blog o página de
estas características).
Pero ojo, que si nos ponemos tiquismiquis y empezamos a
sumar antojos, el desgaste psicológico de esos 9 meses, las preguntas trampa
que amenazan tu relación del tipo “¿me ves más gorda?” o “¿sigo estando guapa?”,
los síntomas descritos en el artículo, la depresión postparto masculina, la cuarentena
sexual (¿son 40 meses, verdad?) etc etc etc… igual las fuerzas se igualan un poco y resulta
que en esta “apasionante” aventura de la procreación, estamos ambas partes a un
nivel parecido.
Y espérate a que nazca la criatura, que entonces todo lo anterior te parecerá una nimiedad, a los hechos me remito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario