lunes, 11 de mayo de 2015

Síntomas del embarazo en el hombre o Síndrome de la Covada

Sí sí, como os lo cuento. Resulta que los hombres también padecemos síntomas relacionados con el embarazo. Cuando creíais que vuestro único (e impagable) padecimiento era aguantarlas a ellas, resulta que a todo lo que eso conlleva (que no es poco, y lo digo, féminas, desde el más absoluto respeto al calvario hormonal que tenéis que sufrir) hay que añadir el llamado “Síndromede la Covada”. ¿A que suena a coña? Pues es real amigos míos.

Os dejo aquí un enlace a un artículo de ‘Bebés y Más’ donde lo explican mejor que yo. Por resumir, resulta que la empatía con nuestra pareja nos lleva a sufrir en nuestras carnes seis síntomas durante este “maravilloso” proceso previo al alumbramiento: ansiedad, náuseas, aumento de peso, cambios de humor, modificación del apetito sexual y dolores varios. Ahí es ná. Y atentos, que también existe la depresión postparto en hombres.

Con todo esto, a mí personalmente se me plantean varias cuestiones. ¿Somos los hombres tan sumamente calzonazos que hasta somos capaces de convertir en nuestros estos padecimientos? ¿Quién se ha preocupado o se preocupa hasta la fecha de lo mal que lo pasamos nosotros durante el embarazo (y después del parto)? ¿Para cuándo una asociación de padres afectados por los embarazos en diferido?

Vale que la mayor parte de la carga la soportan ellas, que son las que sufren en primera persona los devastadores efectos de esto del embarazo (podéis encontrar referencias a ello en cualquier blog o página de estas características).

Pero ojo, que si nos ponemos tiquismiquis y empezamos a sumar antojos, el desgaste psicológico de esos 9 meses, las preguntas trampa que amenazan tu relación del tipo “¿me ves más gorda?” o “¿sigo estando guapa?”, los síntomas descritos en el artículo, la depresión postparto masculina, la cuarentena sexual (¿son 40 meses, verdad?) etc etc etc…  igual las fuerzas se igualan un poco y resulta que en esta “apasionante” aventura de la procreación, estamos ambas partes a un nivel parecido.

Y espérate a que nazca la criatura, que entonces todo lo anterior te parecerá una nimiedad, a los hechos me remito.





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